El relato del viernes: «Un regalo por Navidad»

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UN REGALO POR NAVIDAD

Era la noche del veinticuatro de diciembre y Manuel y Josefina se disponían a celebrar la Nochebuena, como cada año en su casita de su pequeño pueblo manchego. Llevaban días decorando la casa para recibir la Navidad y todo estaba engalanado para la ocasión.

Josefina adoraba la Navidad y había cuidado hasta el último detalle. Un perfecto abeto navideño tenía un puesto de honor en el humilde salón de su casa. Era grande, tan alto que llegaba casi hasta el techo. A Manuel casi le cuesta una fractura de cadera colocar la estrella en lo alto. Pero había quedado precioso. Sobre una mesa bajo la ventana, habían armado entre ambos un precioso belén que parecía tener vida propia. Sobre la chimenea, dos calcetines navideños colgaban bajo el espumillón rojo que Josefina había dispuesto en lo alto.

El exterior de la casa no se quedaba atrás. Cientos de luces iluminaban la casa, bordeando el tejado. El aspecto era mágico, en contraste con el resto de casas del pueblo, apenas iluminadas. Todos los vecinos acudían cada noche para admirar la iluminación de la casa de Manuel y Josefina.

La pareja de ancianos se encontraba en el interior de la casa aquella Nochebuena, pero el espíritu navideño no parecía estar presente entre ellos. La mesa estaba engalanada como siempre. El marisco y demás viandas propias de la Navidad estaban preparadas para ser disfrutadas. La chimenea encendida generaba el ambiente perfecto. Pero Manuel y Josefina percibían la tristeza en la noche, pues la mesa estaba dispuesta solo para dos.

El matrimonio tenía dos hijos, Santiago y Estrella, que les habían proporcionado seis nietos estupendos. Pero aquella noche ninguno de ellos les acompañaría. Tenían otros planes, con total seguridad mucho más interesantes que pasar la Nochebuena con una pareja de ancianos en el pequeño pueblo que les vio nacer.

Josefina y Manuel cenaron en un cómodo silencio, únicamente interrumpido por el crepitar de las llamas en la chimenea. No faltó el brindis de rigor y, una vez terminada la cena, ambos se dispusieron a recoger la mesa.

Depositaron bajo el árbol todos los regalos que habían comprado con tanto cariño e ilusión para sus hijos y nietos y, por supuesto, para ellos mismos. «Ojalá estuvieran aquí todos», pensaron ambos simultáneamente, en perfecta sincronización después de casi cincuenta años de matrimonio. Apagaron la chimenea, hicieron lo mismo con la luz del salón y se dirigieron al dormitorio.

Apenas se habían introducido en la cama cuando, ya en pijama, oyeron un gran estruendo que procedía del salón. Se levantaron inquietos y fueron hacia allí para ver qué había ocurrido.

Al encender la luz del salón, una sonrisa de alegría y a la vez de diversión cruzó el rostro de los dos ancianos.

Por la chimenea acababan de caer todos, hijos y nietos, quejándose por el golpe en el culo que se acababan de dar, y sacudiéndose de encima las cenizas de la chimenea.

Mientras, en la lejanía, Manuel y Josefina, pudieron escuchar un curioso mensaje: «¡Ho, ho, ho, feliz Navidad!»

 

Ana Centellas. Diciembre 2016. Derechos registrados.

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Publicado por Ana Centellas

Porque nunca es tarde para perseguir tus sueños y jamás hay que renunciar a ellos. Financiera de profesión, escritora de vocación. Aprendiendo a escribir, aprendiendo a vivir.

6 comentarios sobre “El relato del viernes: «Un regalo por Navidad»

  1. Que cuento de Navidad tan bonito, creo que es apto para niños y muy adecuado para éstas fechas. Y que den gracias que estaba apagado el fuego o tendrían que haber echado una carrera para meter el culo en el pilón de la plaza. Un beso.

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