Hoy no hay reseña, hay un enorme ¡gracias!

Sé que todos los miércoles os traigo una reseña de alguno de los libros que he leído, pero me he encontrado en los últimos días con tantas ocupaciones que no tengo ningún libro que comentaros. Bien sabe alguien (que no quiero nombrar, pero tú ya sabes quién eres, eso creo) que llevo bastante tiempo intentando terminar cierto libro que me estaba gustando mucho, pero de verdad que me está costando bastante sacar tiempo para la lectura, cosa que me da mucha rabia, porque leer me apasiona. Al menos os leo a todos vosotros cada día.

Bien podía haber tirado de alguna lectura antigua, pero no me apetecía hacerlo. Hoy me apetecía hacer una entrada especial, por lo menos muy especial para mí. Que me lo pedía el cuerpo, leches.

Y es que aquí, mi amigo WordPress, que debe ser que ya está un poquito mayor y empieza a olvidar las cosas, o está demasiado ocupado, vete tú a saber, se había olvidado de avisarme (y me he dado cuenta hoy, casi sin querer) de que ya sois 410 personas las que compartís conmigo este espacio en el que doy rienda suelta a mis particulares divagaciones. Se pensaba que no me iba a enterar, pero va listo.

Me parece increíble, porque recuerdo que mi regalo de año nuevo fue celebrar los 300 seguidores y, justo un mes después, ¡ya sois más de 400!

No tengo más palabras que ofreceros que un inmenso GRACIAS, con mayúsculas y en negrita (el subrayado y la cursiva ya me han parecido excesivos, por ridículos, no por no merecidos), por acompañarme en esta aventura a la que me lancé hace unos meses y que ha cambiado mi vida de una manera extraordinaria. Gracias por ello, por acompañarme, por leer mis humildes letras, por vuestros comentarios que me llenan de alegría, por permitirme ser una pequeñita parte de vuestras vidas, y por dejar que forméis una gran parte de la mía.

A todos vosotros, gracias, gracias, gracias, gracias y gracias.

Con todo mi cariño,

Ana