¡VEN AQUÍ, MARIPOSA!
Esa niña que pasea por el campo, bajo el sol, podría haber sido yo misma, hace años, tierna flor. Va pensando en la alegría que siente cuando el sol la quema, no se detiene a pensar tonterías que le den pena.
Con su vestido de cuadros la niña corriendo va, ha visto una mariposa muy cerca de ella volar. Yo la observo desde lejos, no quisiera entrometerme en las ilusiones de un niño pero sé que se mariposa de la niña huirá por siempre.
Ella no ceja en su empeño, va riendo, con las mejillas encarnadas y el vestido recogiendo. Pues teme dar un traspiés, perder a la mariposa entre las flores del campo y ya no volverla a ver.
¿Cómo explicarte mi niña que en la vida hay muchos sueños que se ven truncados aún siendo tu mayor deseo? Que la mariposa huirá siempre por mucho que la persigas, ella no entiende a la gente, pensará que es que la hostigas.
Desde mi asiento de colcha verde como los trigales, sigo observando a esa niña, que busca amor a raudales. Tengo ganas de llamarla, de decirle ven conmigo, pero la dejo tranquila, es su juego, es divertido.
¡Ven aquí, mariposita!, escucho a la niña decir. Cómo si fuera a escucharte, eso pienso yo para mí. Pero la sigue llamando, y la mariposa vuela y vuela, de ecos está llenando mi niña toda la pradera.
Y mientras la mariposa va corriendo entre las flores, la niña va presurosa a cogerla sin temores. Pero es escurridiza, las alas comienza a batir, veo el fastidio de la niña, que se le pasa sin sentir.
No sabes cuánto quisiera parecerme a ti un poquito, volver a ser aquella niña que no paraba un ratito. Pero el tiempo pasa raudo, la mariposa se va, la niña no se detiene. ¿Hasta dónde llegará?
Me adormezco unos instantes, la luz del sol me camela, la niña sigue constante tras su mariposa que vuela. De pronto veo un milagro, escucho su vocecita, la niña está cantando, acariciándole una alita.
Igual que la mariposa que la niña logró coger, igual vendrán esos sueños que no debemos temer. No quieren hacernos daños, como nosotros tampoco, por eso hoy sé que se cumple, aunque puedan pasar años.
Ana Centellas. Julio 2017. Derechos registrados.
YA TE DIGO DE JOVENCITA SÍ QUE SERIAS UNA TIERNA FLOR
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Demasiado tierna, Peris. Ahora las niñas se comen el mundo, en mi generación nos comíamos la arena del parque
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JAJAJAJA CIERTO
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Mis padre dice que antes erais más tierno que ahora. Me encanta leerte Ana. Que pases un feliz lunes.
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Muuuucho más tiernos, Junior, muuuuucho. Feliz lunes para ti también. Besos!
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Soy de los que respiran sueños por do quier, somos de otros tiempos no por desmerecer a estos, me siento vivo, cuando recuerdo los sueños mirando plasmado la realidad. ☺
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Yo soy de otros tiempos, Daxiel, y llevo unos días que solo escribo desde la añoranza… Ya pasará, supongo 😉
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Fantástico¡
Ay como pasa el tiempo, pero los sueños no, hay que seguirlos conquistando.
Un abrazo Ana ¡¡
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Eso siempre Francisco! Besazos!
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😍😍😍 me has “tirao patrás” un abrazo !
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Tarde o temprano los sueños se cumplen, solamente debemos seguir creyendo en ellos y luchar sin parar, precioso relato.
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Muchas gracias! Creer en ellos y perseguirlos sin tregua! Besazos!
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