Reseña: «Memoria de mis putas tristes»

Llevaba bastante tiempo con ganas de leer este libro. Siempre me ha encantado la literatura de Gabriel García Márquez, creo que habré leído todos sus libros, aunque no todos los tengo en mi biblioteca personal. Leí mucho en mi juventud, cuando solía visitar las bibliotecas con una frecuencia desorbitada y leía en el transporte público a una velocidad de vértigo. “Memoria de mis putas tristes”, era una de mis asignaturas pendientes. Y he de decir que ahora tengo un regustillo, una añoranza, unas ganas de leer literatura de la buena, que me invita a releer su obra. Lo iré haciendo poco a poco, seguro. Comienzo, como siempre, dejando la ficha técnica:

FICHA TÉCNICA

Título: Memoria de mis putas tristes

Autor: Gabriel García Márquez

Editorial: Grupo Editorial Random House Mondadori, SL

Año de publicación: 2004

Presentación: Tapa dura

Número de páginas: 112

ISBN: 978-8439711650

SINOPSIS

«El año de mis noventa años quise regalarme una noche de amor loco con una adolescente virgen. Me acordé de Rosa Cabarcas, la dueña de una casa clandestina que solía avisar a sus buenos clientes cuando tenía una novedad disponible. Nunca sucumbí a ésa ni a ninguna de sus muchas tentaciones obscenas, pero ella no creía en la pureza de mis principios. También la moral es un asunto de tiempo, decía, con una sonrisa maligna, ya lo verás.»

Si he de seros sincera, como siempre, con esta novela corta del siempre genial García Márquez, me he deleitado leyendo como hacía tiempo que no hacía. Es cierto que tiene un punto diferenciador con respecto a sus anteriores novelas, pero la mano de Gabriel está presente en todo el escrito. Eso mismo es lo que ha despertado mis intenciones de releer su obra.

Narrada en primera persona, nos cuenta cómo, tras dejar a una novia en el altar en su juventud, y después de una larga vida por la que pasaron mujeres de todo tipo, la víspera de su noventa cumpleaños quiere regalarse una noche de pasión con una joven virgen. Ese era el requisito que le plantea a Rosa Cabarcas, la dueña de una casa de citas clandestina donde se citaban los grandes personajes de la ciudad. A pesar de su escepticismo inicial, aquel mismo día consigue tener lista para él a una joven muchacha.

Para su sorpresa, aquella noche la pequeña muchacha le inspira tanta ternura que lo único a lo que alcanza es a hablarle al oído y tumbarse a su lado mientras la pequeña duerme. Estos encuentros se van sucediendo, convirtiéndose en una especie de ritual de lectura a la pequeña, mientras está dormida, decorando la habitación para ella.

Vemos en la novela cómo va surgiendo un sentimiento que él nunca había vivido, el amor, el mismo que le impide profanar su cuerpo pero le insta a necesitarla. Con noventa años recién cumplidos, es cuando realmente es consciente del paso del tiempo y de que cada vez que realiza una acción podría ser la última.

La temática de la novela es bastante cruda, pero relatado con la armonía que sabe imponer García Márquez a su obra.

Os animo a todos a leerla. No podría decir que es la mejor novela de Gabriel, pero sin duda tiene ese matiz suyo tan característico de volver lo vulgar en arte.

Recomendada: 100%

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