LA ETERNA ESPERA
Esperando,
la vida se me esfuma
igual que se consume
mi cigarrillo mortal
entre unos dedos cansados
de soportar tanta espera.
Ya concibo la vida
como una eterna marquesina
donde crecen las arrugas,
al tiempo que continúas
esperando un autobús
que siempre parece acercarse,
pero que nunca llega.
Y oteando
más allá del horizonte
la vida se resbala,
se escurre entre los dedos
de persona expectante
sin nada más que hacer.
Ya no alumbran
las farolas de mi calle,
quieren que ya me duerma,
que abandone la espera,
que me entregue
al placer insondable
de olvidar cada noche,
entre bocanadas de humo
volátiles como mi vida,
aquello que durante tanto tiempo
fue mi único objetivo
de espera.
Y las sombras me envuelven
con mantos de parsimonia
que se ajustan a mis hombros,
renqueantes,
mientras esperan la escucha
de en mi corazón el último latido
y exhale entre mis labios
un último suspiro
del aire que envenena
mi cuerpo entumecido
tras décadas de espera.
Ana Centellas. Mayo 2018. Derechos registrados.
La eterna espera by Ana Centellas is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional License.
Creado a partir de la obra en https://anacentellasg.wordpress.com.
*Imagen: Pixabay.com (editada)
La vida es una espera continua, pero de nosotros depende amenizarla con gracia e ilusión para aprovecharla bien.
Un abrazo.
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Mmmm hay veces que tanta espera… ya cansa, un poquito, un pelín ná más
😘😘😘😘
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Esperar cansa y muchas veces desespera. Muy bonita la poesía. Un cordial saludo
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Desespera, desespera… sobre todo si siempre te toca esperar. Besos 😘😘😘😘
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