La lectura que os traigo esta semana es una de las últimas novelas que he leído que más me ha llegado al corazón, por su contenido, por estar basada en hechos reales, por las circunstancias, por infinidad de motivos que la hacen especial. Se trata de «El pan de la guerra», de la canadiense Deborah Ellis. Comenzamos, como siempre, con una pequeña ficha técnica:
FICHA TÉCNICA
Título: El pan de la guerra
Autora: Deborah Ellis
Editorial: Grupo Editorial Luis Vives (Edelvives)
Año de publicación: 2002
Presentación: Tapa blanda
Número de páginas: 152
ISBN: 978-84-263-4619-3
SINOPSIS
Parvana es una chica de once años que vive en Kabul, la capital de Afganistán, durante la época del gobierno de los talibanes. Cuando su padre es detenido, su familia -sin recursos para poder vivir-, buscará una solución desesperada: Parvana, que por ser mujer tiene prohibido ganar dinero, deberá transformarse en un chico.
El pan de la guerra es un libro duro y realista que habla, con humanidad y fuerza, de la supervivencia, la familia, la amistad, la intolerancia y la guerra.
SOBRE LA AUTORA
Desde muy joven, Deborah Ellis, canadiense, ha sido una activista social comprometida con la lucha por la justicia económica, los movimientos pacifistas y los derechos de la mujer. Su primera novela para jóvenes, publicada en 1999, fue nominada como libro del año por la Asociación de Bibliotecarios Canadienses. En la actualidad trabaja como consejera de salud mental en Toronto.
Antes de escribir El pan de la guerra, Deborah Ellis pasó varios meses hablando con mujeres y niñas afganas en los campos de refugiados de Pakistán y Rusia. Durante su estancia allí, conoció a la madre y la hermana de una niña de Kabul que se había vestido con ropas de chico y cortado el pelo para poder vender cosas en el mercado y de esta manera mantener a su familia. Eso le hizo pensar en la inmensa capacidad que tienen los niños para el valor y la supervivencia en momentos en los que la mayor parte de los adultos conspira para asfixiar su futuro.
Hacía bastante tiempo que una novela no me absorbía hasta el punto de no poder detener la lectura hasta el final como ha conseguido hacerlo El pan de la guerra. Sin duda, el hecho de que la prosa sea ligera y fluida, unido a su breve extensión, ha contribuido bastante a ello. No en vano es una novela dirigida principalmente al público juvenil (la edad recomendada para su lectura es a partir de los once años).
Pero no solo ha sido ello lo que ha contribuido a esa necesidad de continuar con la lectura. Con total seguridad, si hubiese contado con varias centenas de páginas más me hubiese enganchado de la misma manera, porque el contenido es brillante.
Basado en hechos reales, Deborah nos narra la historia de Parvana, una niña afgana de tan solo once años. Sin duda, la vida no se lo ha puesto nada fácil a Parvana y a su familia en pleno gobierno del régimen talibán. Entre sus páginas, la novela nos describe una ciudad devastada por la guerra, derruida, asediada, sometida. Las mujeres quedan confinadas a los hogares, se les prohíbe, no solo el estudio y el trabajo, sino incluso la salida a la calle si no es en compañía de un hombre. Se impone el burka, no se les permite ni mostrar el rostro. Las ventanas de las casas donde habitan mujeres han de pintarse de negro para evitar que alguien pueda asomarse y verlas. Quedan reducidas a la mínima expresión.
La alegría de una ciudad que latía llena de vida es segada por el conflicto. El miedo se apodera de las calles, los hombres son detenidos y ejecutados sin motivo aparente, el toque de queda provoca que reine la soledad y la oscuridad en las noches. Las familias van poco a poco perdiendo sus pertenencias en los sucesivos bombardeos hasta quedar confinados en simples habitaciones, el hambre se adueña de ellas. Los bebés y las niñas más pequeñas ni siquiera han conocido otro lugar que no sea la habitación en la que el régimen los mantiene recluidos.
Es esta terrible situación la que le toca vivir a Parvana. Con su juventud medio cercenada por las labores del hogar, cada día acompaña a su padre al mercado, donde trata de ganar unas monedas ejerciendo el oficio de leer y escribir cartas. El día que es detenido, la familia queda sin sustento. Pronto acaban los alimentos y la única opción que encuentran es convertir a Parvana en un chico. Un chico que pueda salir a la calle con cierta libertad, comprar, ganarse unas monedas con su trabajo. Y Parvana, tan solo una niña, supera todos sus miedos por el bien de su familia.
Es una historia de guerra, pero también una historia de superación, de crecimiento ante las adversidades y de amor. Amor hacia la familia, lealtad, fidelidad.
Parvana no es la única. Son muchas las niñas que, convertidas en chicos, proveen a sus familias del sustento diario. Los lazos de amistad que algún día hubieran podido ser frágiles se refuerzan. La amistad y el amor se enaltecen. Las diferencias se reducen hasta casi desaparecer.
Amor, amistad, superación, guerra y también empatía, que se refleja a la percepción cuando Parvana cuenta sus emociones cuando vio por primera vez a un talibán llorar. Se trata de una historia que, de tan real, es cruel como la vida misma. Sin duda, enaltece unos valores tan necesarios que es idónea para los jóvenes. Y para que la leamos todos.
Es la historia de cómo, durante la guerra, son los niños los que tienen que ganar el pan.
Recomendado: 100%
Wooww con ganas de leerlo ya, gracias por la recomendación Ana, abrazos!!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias a ti!! 😘😘😘
Me gustaMe gusta
¡Gracias Ana! Una lectura prometedora a partir de tu reseña. 💙💙
Me gustaLe gusta a 1 persona
Te la recomiendo, Marta!! 😘😘😘
Me gustaLe gusta a 1 persona
👍
Me gustaLe gusta a 1 persona