Tu rosa
Dejar que la lluvia te moje
hasta los mismísimos huesos,
que se empapen los olvidos
y queden inertes y yermos
en los charcos del camino
que un día secará el sol.
Saltar con los pies muy juntos
sobre aquellos mismos charcos
que recogieron solícitos
y con una gran sonrisa
las impurezas que había
guardadas en tu interior.
Contemplar el arco iris
con la mirada de un niño
que no juzga los colores
y que en cada franja observa
los piececitos de un duende
que baila un alegre son.
Sentir el frío en el rostro
y que las lágrimas salten
como una gran catarata
que vierte y que lanza al viento
todas las preocupaciones
nacidas en tu colchón.
Admirar a cada rosa
como si fuera la única
sobre la faz de la tierra,
a sabiendas de que en ella
estás viviendo el reflejo
de tu propio corazón.
Y vivir cada momento
como si fuese tu rosa,
la única, la más bella,
tu más preciado tesoro,
es la ofrenda de tu vida
de eternos lunes al sol.
Ana Centellas. Enero 2019. Derechos registrados.
*Imagen tomada de la red (editada)
Precioso poema, Ana!!!
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¡Mil gracias! ¡Feliz jueves! 🥰
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Que dulzura, un abrazo.
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Gracias!!! 😘😘
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Ana, es una preciosidad, gracias
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Gracias a ti siempre, Javier! 😘😘
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😊😘
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