
Sentimientos
IV
Cuando un sentimiento brota
de lo más hondo del alma,
se licúa,
se convierte en primavera,
llueve
con una fuerza inusitada
en aquellos ojos tristes
que aguardaron en silencio
para expresar sin palabras
lo que guarda el corazón.
Con la lluvia reverdece
se convierte en limpio y puro,
cándido,
libre de todo pecado,
impoluto.
Y de nosotros depende
que al final de tanta lluvia
se abra ante nuestros ojos
un arco iris intenso
que llegue más allá del sol.
Se explaya así el sentimiento,
mostrándose en alegría,
eterno,
pletórico a la luz del día,
radiante,
deshaciendo en mil jirones
las brumas que tanto tiempo
lo tuvieron reprimido,
representado en cien notas
cual si fuese una canción.
Sentimientos que son lluvia
Al salir del interior.
Ana Centellas. Mayo 2018. Derechos registrados.

*Imagen: Pixabay.com (editada)
