
Sentimientos
VII
El fuerte sol del verano
ya cocina el sentimiento,
a fuego lento,
permitiendo que madure,
dulce,
y volviéndolo más fuerte,
tanto, que casi parece
que no podrá morir nunca
por mucho que lo intentemos
o queramos esconderlo.
Poderoso por sí solo,
se muestra ante el mundo entero,
diáfano,
exhibiendo con orgullo,
brillante,
su pátina de luz dorada
que lo convierte en sincero,
en sublime y algo tan bello
que ni todo el firmamento
lo puede siquiera emular.
Y durante las cálidas noches
no podemos evitarlo.
Se nos cuela,
contagia al resto del mundo,
sereno,
y los eternos amantes
desgastan el sentimiento
entre besos y arrumacos,
lo dejan brillar con fuerza
hasta que ilumina el cielo.
Sentimientos horneados
a fuego lento bajo el sol.
Ana Centellas. Mayo 2018. Derechos registrados.

*Imagen: Pixabay.com (editada)
