
La coronación
Cuando la Princesa Sombría tomó entre sus manos la corona y la depositó con cuidado sobre sus cabellos, un enjambre de oscuras mariposas surgió silencioso del éter y comenzó a revolotear a su alrededor, consumiéndola ante la atenta mirada de todos los asistentes a la ceremonia de coronación. En cuestión de segundos, todo lo que quedó de ella fue un pequeño montón de cenizas humeantes sobre el suelo.
—¡Maldición! —se escuchó aullar al espíritu de la princesa desde algún lugar del cosmos, entre las ahogadas exclamaciones de asombro de la multitud.
La Reina, sonriente, lanzó una gélida mirada a su alrededor y habló. Su voz reverberó en la sala principal de palacio haciendo temblar hasta a las columnas de alabastro.
—Si hay alguna candidata más que quiera usurparme el trono al casarse con mi hijo, que hable ahora o calle para siempre.
Un silencio sepulcral cruzó la sala. La reina asintió, satisfecha, y se retiró a sus aposentos.
Ana Centellas. Noviembre 2019. Derechos registrados.

*Imagen tomada de la red (editada)

Reblogueó esto en El Noticiero de Alvarez Galloso.
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Al buen entendedor pocas palabras. Y en pocas palabras hiciste un relato estupendo. Para regresar a los años donde los cuentos de hadas tenían otros argumentos. Buen comienzo de semana con pocas letras.
Saludos
Manuel
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Gracias, Manuel! Me alegro de que te gustara. Espero que esté todo bien 😘
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Todo bien Anita. Gracias
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👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻
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