
Siempre regreso a un lugar
Siempre regreso a un lugar
en el que las prisas quedan
guardadas bajo el felpudo
y con las preocupaciones
jugamos a malabares.
Siempre regreso a un lugar
en que las sonrisas vuelan
hasta posarse en tu cara,
recibiendo tu llegada
con un índice de abrazos.
Siempre regreso a un lugar
donde no importan los lunes
porque estos se vuelven sábado
y hasta la noche más negra
se viste con mil colores.
Siempre regreso a un lugar
que huele a café reciente,
a tahona antes del alba,
a bizcocho de recuerdos
horneado a fuego lento.
Siempre regreso a un lugar
donde no existen caretas,
disfraces ni maquillaje,
donde los actores mueren
siempre en el último acto.
Siempre regreso a un lugar
que es un eterno recreo,
jugamos al escondite
con los temores y miedos,
pero siempre nos salvamos.
Siempre regreso a un lugar
donde el dolor más intenso
solo existe en un puntito
alrededor del ombligo
por no parar de reírnos.
Siempre regreso a un lugar,
el de los tiempos felices,
es ese lugar de encuentro,
lugar al que llamo
Hogar.
Ana Centellas. Enero 2020. Derechos registrados.

*Imagen: Pixabay.com (editada)

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Muy bueno 👌
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Muchas gracias!!
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