
Queriéndome
Fui sintiendo
con el paso de los años
que la vida ya no lastra,
que los miedos
eran solos los fantasmas
del presente y del futuro,
que el silencio es un amigo
y la expectativa es rival.
Fui creciendo
y soltando los anhelos,
fui sanando la mordida
de la vida,
suturando los raspones
que llevaba en las rodillas,
abriendo muy bien los ojos
y sin dejar de soñar.
Fui aprendiendo
que nada era para tanto,
ni nadie,
que las preocupaciones
siempre truecan en recuerdos
y que el instante es efímero,
también la felicidad.
Y fui encontrándome a mí mismo,
ligero,
libre de todas las rémoras
que me interpuso el destino.
¿Cómo lo iba a lograr?
Pues queriéndome muchísimo.
Ana Centellas. Enero 2021. Derechos registrados.


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La vida te enseña o te mata. Me gusto.
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Fantástico, Ana.
Fuerte abrazo.
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🤗🤗🤗🤗🤗
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