
A la hoguera
Que me lleven a la hoguera
por ser una pecadora,
mujer del mal,
cuyo único delito
fue plasmar con sus palabras
los deseos que dan vida
a dos cuerpos incendiados
por un placer natural.
Poco puedo hacer por salvarme,
ya no tengo redención,
salvo purgar mis pecados
en la hoguera de mi liberación.
Si alguien pretende que cambie,
a estas alturas,
mi libertad de expresión,
solo me queda pedir
con sonrisa enarbolada,
que me lleven a la hoguera,
por favor.
Ana Centellas. Mayo 2018. Derechos registrados.

Puedes encontrarla en mi poemario Soreites

Reblogueó esto en RELATOS Y COLUMNAS.
Me gustaLe gusta a 1 persona