
Con el aire de la mañana
Insufla bien en tus pulmones
el aire de la mañana,
que se expandan,
que se llenen
de todos los amaneceres
que nublaron tu mirada.
Retén el aire y contempla
la quietud que se te muestra,
que es silencio,
que es olvido
de todas esas mañanas
que quisimos hacer nuestras.
Y cuando sueltes el aire
en un último suspiro,
mira al cielo,
ahoga el llanto
y acuérdate de la vida
que impide hoy tu suicidio.
Ana Centellas. Mayo 2018. Derechos registrados.


Bello y esperanzador, que buena falta hace.
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