
Sabor a lluvia
Afuera llueve.
Con cada gota que vierte
el cielo ya oscurecido
rebosan culpa los charcos,
se mojan los sentimientos
y te salpica la rabia
de los paraguas ajenos.
Llueve
y no hay ningún arcoíris
que reste rigor al momento
de purificar las almas,
que ilumine los sentidos
más allá de lo que alumbra
un relámpago desolador.
Afuera llueve.
Gotas con sabor a olvido,
saladas como las lágrimas
vertidas por el camino,
amargas como el silencio
que, perdido entre la lluvia,
no deja escuchar tu voz.
Llueve.
Sollozos de desconsuelo
que te nublan la razón
y te quitan la osadía
de desvelar el misterio
de por qué un día como hoy
se ha puesto a llorar el cielo.
Ana Centellas. Noviembre 2021. Derechos registrados.


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llueve dejar que las lágrimas del cielo purifiquen el cuerpo, el alma…el corazón anegado de tristeza…besos al vacío desde el vacío
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Besos!!
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