
Amanecer
Asoma el amanecer por las grietas de
la noche,
mueren sin querer las sombras
que antes nos envolvían
con un suave manto azul.
Se silencian los gemidos
de los amantes que fuimos,
se convierten en ahogados suspiros,
en susurros contenidos que luchan por existir.
Vuelve la piel a excitarse,
víctima del estremecimiento,
vuelve el calor a envolver el fresco de la mañana,
las pieles se tornan suaves,
licuadas en la alborada.
Vuelve a nacer el deseo
escondido en la penumbra
que deslumbra entre las llamas
nacidas de un nuevo encuentro
bajo la tenue luz que ilumina
nuestro cuarto en la mañana,
como cada nuevo amanecer.
Ana Centellas. Enero 2019. Derechos registrados.

*Imagen tomada de la red (editada)
